La zarzuela La Verbena de la Paloma, del maestro Tomás Bretón fue llevada con éxito a las tablas del Teatro Nacional Rubén Darío.
Fue una puesta en escena de jóvenes talentos formados en el arte de la ópera gracias a los esfuerzos de la fundación Incanto y el apoyo de diversas instituciones gubernamentales dedicadas al desarrollo del arte en Nicaragua.
Karen Santamaría, directora de la fundación, explicó que se trata de los resultados de una labor ininterrumpida de cantantes nicaragüenses, aptos para el género lírico entre solistas y coristas, que han alcanzado altos estándares musicales, sumados al trabajo técnico tras la producción del espectáculo.
El Compañero Laureano Ortega explicó que fue una tarde muy especial para la fundación, pues la obra fue dedicada con amor y cariño para las familias, como un regalo adelantado de navidad.
En ese sentido dijo que fueron más de 100 artistas los que se vieron involucrados, entre bailarines, coro, directores, músicos y personajes principales y secundarios.
“Este es parte de nuestro trabajo de formación, de promoción y de difusión del arte lírico en Nicaragua, por supuesto la formación de jóvenes talentos que vienen creciendo año con año y aquí estamos trayendo un espectáculo más de gran calidad, como los que se ponen en todos los teatros del mundo”, precisó.
Para los jóvenes artistas es un orgullo conocer como han venido cosechando nuevos frutos, mostrando avances desde el maquillaje y vestuario.
“Este es un trabajo de mucho tiempo y por eso es que lo seguimos haciendo, porque estamos perfeccionándonos cada día”, dijo.
Del mismo modo Nelson Escobar expresó su felicidad por poder mostrar la formación recibida estos años en la fundación.
“La verdad es que es algo muy positivo para la sociedad nicaragüense porque el arte es una de las cosas más importantes para el desarrollo de un país”, expuso.
Ramón Rodríguez, Director del TNRD, explicó que la labor de la formación de jóvenes músicos a cargo del Teatro, la Fundación Incanto y diversas instituciones de Gobierno, tiene como resultado tener una constelación de jóvenes artistas nicaragüenses sobre el escenario.
“Y eso nos da un posicionamiento a nivel internacional como un país que está avanzando muchísimo en éste género”, refirió.
Este espectáculo es el penúltimo realizado por Incanto en 2019, teniendo previsto clausurar el año con “Amahl y los visitantes nocturnos”, una ópera navideña que será hecha en una versión pequeña y presentada en la sala experimental Pilar Aguirre durante diciembre.